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Nuestro organismo posee una gran capacidad de regeneración y autorregulación, basándose en ello, la Naturopatía no busca sólo el alivio sintomático, sino el origen naturista del conflicto.
La Naturopatía entiende a la persona como un todo (enfoque holístico), no lo mira por secciones ni por sistemas corporales y prepara el terreno para que éste reciba los beneficios de los recursos saludables que nos brinda la Naturaleza: alimentos, plantas, agua, sol, arcilla…
El terapeuta naturista aconsejará un cambio alimentario hacia el vegetarianismo como forma de eliminar toxinas, favorecer el fortalecimiento del sistema defensivo y reducir los procesos inflamatorios que pudiesen formar parte del problema. Además de la alimentación, empleará la Fitoterapia, Sales de Schüssler, Aromaterapia, Terapia Humoral (ventosas…), aplicaciones de Hidroterapia y Geoterapia, sin olvidar la excelente aportación de la Terapia Floral de Bach, la Escucha y el Autoanálisis para trabajar los aspectos psicoemocionales de la persona.
Para que todo ese conjunto funcione es preciso la complicidad de quien recibe la terapia; ha de ser un sujeto activo involucrado en su proceso de curación. La Naturopatía nos ayuda a ser autosuficientes garantes de nuestra propia salud.
HI