La leche de vaca como remedio natural

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En Homeopatía existen varios remedios homeopáticos de leche de vaca

Son numerosas las voces que a diario se levantan contra el consumo de la leche de vaca. Se trata de una leche altamente manipulada, desvitalizada, estandarizada en grasas y proteínas, aditivada hasta la saciedad y, sin embargo, goza de un alto consumo entre una parte importante de la población mundial.

¿Sabían que en Homeopatía existen varios remedios homeopáticos de leche de vaca y que uno de sus síntomas clave es la depresión?, Lac. Vaccinum o Lac. Vaccinum Defloratum son dos ejemplos de remedios de leche.

Ahora, dicho sea de paso, ya no podemos encontrar esos remedios en las farmacias de España debido al polémico registro de remedios homeopáticos (BOE Núm. 262, del 30 de Octubre de 2018, Sec. III., Pág. 105994), que se hizo escuchando más a los requerimientos empresariales que a las necesidades de las personas y obviando las farmacopeas homeopáticas existentes en Europa.

La paradoja es que ahora la gente lo tiene difícil para tratarse homeopáticamente con leche de vaca pero, sin embargo, puede beberla a litros.

¿Por qué hay que tomar precauciones ante el consumo de leche?

¿Saben ustedes que las antiguas tradiciones médicas de la India (Sushruta Samhita), muy observantes de la importancia de la alimentación, plantearon ya el consumo de leche de vaca de manera prudente y selectiva?

La leche de vaca, según los citados textos, no es adecuada para todas las personas y edades, tampoco puede tomarse en cualquier momento del día o del año. Por ejemplo, para consumir adecuadamente la leche de vaca debe identificarse la constitución de la persona, su edad, la estación del año y el momento del día.

A las personas muy pesadas y voluminosas no les conviene la leche. Tampoco el verano es un buen momento para consumir leche y si para el de yogurt, eso si debe ser casero, elaborado en yogurtera con leche fresca de vaca que nos proporcione un sabor menos agrio y más refrescante.

También, según los textos hindúes, la leche es un buen remedio en caso de fatiga, trastornos respiratorios, deshidratación y estreñimiento crónico, ayuda a la consolidación de fracturas y a la función cognitiva, siempre que no se emplee cruda, porque entonces afecta negativamente a la linfa y a la piel.