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Conocen el dicho “Sabe más el diablo por viejo que por diablo”, pues últimamente se me están juntando dos cosas: lo del dicho y la realidad circundante. Estamos en tiempos degenerados –de Kali Yuga, como se diría en Ocultismo- y afloran el miedo, el rencor, la angustia y la venganza. Ese “miedo” se direcciona a cualquier ámbito, sobretodo, hacia los sectores donde no se tiene, precisamente para que se tenga.
Arriba mencionaba el dicho del viejo y el diablo porque percibía la llegada de ese momento, del momento real donde el miedo es la clave para cortar la libertad de expresión y hasta la libertad de hacer. En este punto me podría extender, pero no lo hago por razones de brevedad del artículo.
A dónde quiero llegar con esto? Pues a decir claramente que el sector ortodoxo y científico que gobierna teme – y mucho- al sector creativo y heterodoxo que se va imponiendo lentamente. Léase, en nuestro caso, sector ortodoxo a la medicina oficial y a la farmacopea, y sector heterodoxo a todo “lo alternativo”, por usar un término genérico.
Estamos en el ojo del huracán contra todo ese mundo “brujesco y alternativo” y afloran las amenazas bajo supuestas normativas, las sanciones impuestas, las prohibiciones, los vetos y la crónica periodística gratuita, hecha por gente que no tiene ni idea de lo que escribe porque tampoco se ha documentado; simplemente se siguen órdenes, se publican artículos –ya en prensa generalista, para que todos nos enteremos- y se cobran.
Decía el doctor Isaac Goíz, en un curso del también ya “proscrito” biomagnetismo, en 2005, en México: – El “Sistema” nos apabulla cuando quiere. Ustedes “curen” y callen…
Hay un párrafo en el libro de Mabel Collins “Luz de Sendero”, muy releído por este servidor, donde se menciona “el silencio que sigue a la tormenta”. Llegará, no tengan duda. Esta realidad actual, con su miedo atroz a cuestas, está en su canto del cisne.
Texto: Carlos A. Anfruns. Terapeuta en Biomagnetismo
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