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La Reflexología Podal estimula la relajación y la circulación sanguínea, ayuda a eliminar toxinas…
Pocas terapias tan sencillas resultan tan eficaces. La Reflexología Podal considera que en los pies se reflejan partes de nuestro cuerpo y que haciendo un masaje de presiones con el pulgar y el resto de dedos en ciertos puntos, conseguimos regular la función de las glándulas, los tejidos y los órganos, allí reflejados.
Sus efectos beneficiosos abarcan todos los sistemas corporales. Estimula la relajación y la circulación sanguínea, ayuda a eliminar toxinas, potencia el sistema inmunitario, regula las funciones de los diferentes órganos…
Con la Reflexología Podal también podemos hacer nuestros pinitos en casa: la autoreflexología. Funciona y es muy eficaz si la practicamos correctamente. A continuación, te ofrecemos algunos consejos que puedes seguir antes de realizarte el automasaje:
• Toma una postura cómoda, que tus manos lleguen bien a las plantas de los pies. No fuerces la postura, que todo fluya con normalidad.
• Respira relajadamente; se trata de conectar con tu propio cuerpo, que lo sientas relajado y dispuesto a recibir.
• Moviliza los dedos de las manos, ejercitándolos para estar más ágiles en las presiones.
• Masajea suavemente tus pies con ambas manos hasta conseguir que estén relajados y sean más receptivos al automasaje.
• Inicia las presiones, primero más suavemente y poco a poco ve aumentando la intensidad. Siéntete cómoda y empieza el tratamiento.
Disfrútalo
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