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Se va terminando el año y cierra con un sin fin de razones para agradecer. Llega una de las semanas más esperadas, la Navidad. Puede que la vida haya tomado un giro inesperado, se respira la satisfacción de lo vivido, lo superado. Sí, ha sido un año en el que se han depurado las emociones, los miedos y las alegrías; un año intenso, lleno de incertidumbres y momentos iluminados.
Sin lugar a dudas, ha sido un proceso de aprendizaje auténtico, un año de recapitulación, de sincero autoconocimiento y reinvención para muchos. Se ha perfeccionado la paciencia y se han filtrado las expectativas. Casi se podría decir que tras todo lo vivido, se ha recobrado el valor por lo verdaderamente precioso: la dicha de vivir y de compartir con los seres queridos familia y amistades. Y lo más importante es que no ha sido solo para el beneficio propio. En este camino de búsqueda de la verdad, de encontrar lo positivo en uno mismo y en los demás, se ha reconocido “el cómo se quiere vivir y disfrutar la vida” entre todos. Este año inspira agradecimiento y merece un cierre de oro. Por ello, os proponemos alternativas diferentes para celebrar con alegría lo vivido.
Si, ¡hazlo diferente!, deja los patrones habituales atrás. Tienes la oportunidad de finalizar el año con un detalle que aporte una experiencia enriquecedora. Elige con sabiduría y crearás un momento especial. Este fin de año obsequia algo significativo y beneficioso. Seguramente, muchas veces el ambiente navideño te ha parecido rutinario, convencional o aburrido. Ahora puede ser diferente. Piensa en tus seres queridos y amigos, ¿qué necesitan realmente?, ¿qué les ayudaría a ser mejores?, ¿qué los impulsaría a desarrollarse y vivir con alegría?, ¿qué es lo que ls mantiene en pie?… Fluye con tu intuición, piensa en ellos profundamente y encontrarás algo tan especial para darles que convertirás este momento del año en algo trascendental.
Mira a tu alrededor y notarás cuál es la gran bendición del momento; es la creatividad que se ha despertado en muchos, el deseo intenso de cambiar lo que no funciona, la capacidad de hacer algo grandioso y bueno. Investiga un poco y encontrarás proyectos altruistas en los que te puedes apoyar. Hay muchísimas formas de complacer y ayudar a otros.
Si no sabes por dónde empezar, te avanzamos algunas ideas:
Regala una idea o esponsoriza la idea brillante de otros. Involúcrate en algún proyecto humanitario que abra el espectro de tu potencial. Haz que surja la generosidad y la empatía entre todos.
Quizás alguien necesite un curso de formación que aporte inspiración a su vida. Regala el aprender a generar salud, bienestar y relajación. Regálate la sabiduría de conocerte mejor y autocurarte y cuidarte, el saber alimentarte y alimentar a otros.
¿Quieres cultivar pero no tienes espacio? Adopta un árbol, colabora con agricultores locales o pequeños huertos ecológicos.
¿Quieres viajar, pero ahora no puedes? Ayuda en algún proyecto comunitario en zonas o países más necesitados.
Siempre has deseado emprender pero no te arriesgas, aproxímate a alguien que ya lo haya hecho. Inspírate comprando con gusto en las tiendas locales, averigua sus ofertas y consume sus servicios.
Te encanta el pan, es más fuerte que tú y le gusta a todos en casa. Aprende a hacer pan. Regala un curso, los materiales y la emoción de hacerlo juntos.
Tus hijos son creativos pero tú no tienes tiempo para esas cosas. Participa de un taller familiar, te sorprenderás de tus propias habilidades y lo divertido que resultan
¡Son tantas las posibilidades de disfrute en las que se pueden descubrir nuevos entornos! ¡Qué el espíritu navideño te impulse a salir del marco cotidiano y a conocer personas maravillosas! Esa apertura iniciativa de hoy es el combustible para comenzar el año venidero con energía y buenas impresiones.
HI