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Estos consejos redundarán en tu salud y en tu bolsillo:
Apuntarse a las cooperativas ecológicas de consumidores:
Excelente manera de hacer la compra, sin intermediarios, y obtener variedad de productos a precios más económicos, ya sean frescos, a granel o envasados.
Consumir fruta y verdura de temporada y de proximidad:
Los payeses de la zona donde vives y que trabajan la tierra de manera ecológica son la mejor fuente de alimentos frescos que puedes tener. Cada día es más habitual encontrar en los mercados paradas de producto fresco ecológico recolectado a diario. ¡Pura vida!
Planificar los menús:
Una lista de la compra organizada con tiempo te permite hacer una previsión de alimentos más reflexiva y responsable, acorde con una dieta saludable exenta de productos superfluos.
Cultivar y elaborar alimentos en tu casa:
Balcones, terrazas, el alféizar de la ventana, un patio o en el mejor de los casos un pequeño trozo de tierra sirven para plantar lechugas, tomates, pimientos, pepinos… y plantas aromáticas o medicinales. Si tienes una buena remanente de productos de temporada, también puedes elaborar conservas, patés o mermeladas caseras.
Hacer de tu cocina una tahona:
Partiendo de una buena masa madre y junto a harinas ecológicas integrales de calidad, puedes elaborar el pan semanal que se consuma en tu casa. Si eres golos@, con esa misma harina, no cuesta nada hacer un buen bizcocho o unas galletas.
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