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Este año, la satisfacción de sentarse a tomar el sol en las terrazas ha llegado más pronto de lo esperado
¡Claro que disfrutamos la dicha de la claridad cálida de la llegada de la primavera! Sin embargo, también se nota que el clima ha estado cambiando de forma muy irregular en períodos de tiempo cada vez más cortos. Incluso dentro de la jornada de un mismo día se ha experimentado la sensación de frío y calor, lo que sería más usual en meses como marzo y abril. Este cambio climático, sin duda alguna, produce un efecto en el cuerpo y en la salud, especialmente en personas con enfermedades como la artritis reumatoidea.
Los dolores en las manos, las rodillas y los tobillos, acompañados de rigidez matinal e hipersensibilidad, suelen aparecer en las noches frías o en los días lluviosos y se acentúan con los cambios drásticos de temperatura y humedad. A continuación, te comentaremos algunos consejos para prevenir y aliviar la artritis reumatoidea y todos los achaques que esta conlleva.
Quienes la padecen, bien saben que las articulaciones pequeñas como las muñecas, los nudillos y las rodillas son el principal foco de dolor y rigidez simétrica en el cuerpo. En muchos casos no solo se trata de una molestia en determinadas posturas o al realizar movimientos específicos, con el tiempo surgen afectaciones más prolongados que afectan la calidad de vida de las personas (un 15% de los afectados acostumbran a tener un mal pronóstico). Es bastante común que en las mañanas aparezcan síntomas como la hinchazón de las articulaciones o la acumulación de líquido, entre otras.
La inflamación se acompaña de una alteración de la serie blanca (leucocitos), plaquetas, anemia y alteración de la VSG (Velocidad de Sedimentación globular) que, aunque es un valor inespecífico en sangre, se emplea para valorar la evolución del enfermo.
Entonces, ¿cómo prevenir y aliviar estas molestias?
Por supuesto, lo primero sería acudir al médico para que realice el diagnóstico. Luego, es conveniente incorporar ciertos hábitos saludables en la dinámica de la vida diaria.
Lo primero y más básico es mantenerse hidratado, recordar beber suficiente agua durante todo el día y practicar un ejercicio adecuado como la natación, los estiramientos o el yoga. Todo esto mientras no se esté en la fase aguda. Del mismo modo, beneficia respetar los horarios de descanso y mantener una vida relajada y serena. La mente descansada y fresca influye de forma positiva en todo el funcionamiento del cuerpo.
Otro factor importante es la alimentación personalizada (mayoritariamente crudívora), pues ayuda a distanciar las crisis agudas, a la mejora y a propiciar cambios positivos. Hay que considerar las intolerancias alimentarias, ya que pueden ser agravantes de este padecimiento.
Si se desea mitigar los dolores y el resto de los síntomas, y reducir el consumo de analgésicos, debe contarse con terapias naturopáticas como la helioterapia, hidroterapia, homeopatía, espagiria, trofoterapia, geoterapia y remedios herbales que, tanto en infusión como en otros formatos, complementarán la terapéutica convencional. También se recomienda el consumo de suplementos probióticos o alimentos que los contengan. La artritis reumatoidea está considerada una enfermedad autoinmune y psicosomática, por lo que trabajar en función de fortalecer el sistema inmunitario y depurar el organismo será tremendamente beneficioso, así como incidir sobre la conducta y las relaciones humanas, ya que ciertas actitudes como la incomunicación y la resignación pueden favorecer los brotes artríticos.
La naturopatía, en todo su espectro de terapias, ofrece diversas herramientas para ayudar a calmar el dolor y/o aminorar los síntomas. Explora otras vías complementarias de tratamiento y verás los resultados.
Gustau Pau
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