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¿Has escuchado hablar sobre La Cromoterapia?
La Cromoterapia o “La Terapia del Color” es un método terapéutico que se integra en el grupo de las llamadas terapias complementarias, incluidas en el amplio espectro de la Naturopatía. Esta técnica utiliza los colores que componen el espectro de luz solar visible con fines curativos. Dicho método tiene como objetivo mejorar el estado de salud a nivel físico y mental, y buscar un equilibrio entre ellos.
Los orígenes y evolución de la cromoterapia
La contemplación o trabajo mental con los colores ha sido manejado por diferentes culturas desde tiempos muy remotos hasta el momento presente. Si se hace un breve recuento histórico de su estudio, quedaría claramente reflejada la relevancia de su funcionalidad en muchas áreas de aplicación.
Es bien conocido el empleo del blanco, rojo y azúl como rayos de luz en ciertas prácticas meditativas empleadas en las culturas budistas del Himalaya y védica (Bután, Nepal, Tibet, Sikkim e India). Es sin duda, un ejemplo de la influencia del color en la sanación y armonización del organismo a nivel físico y mental. Dichas prácticas, que todavía perduran en la idiosincrasia local, se usaban para la purificación o activación de los campos de energía alojados en la frente, garganta y pecho que corresponden a las actividades del cuerpo, el habla y la mente respectivamente.
Así mismo, los egipcios valoraron la luz solar en sí misma y el empleo de los colores que componen su espectro con fines medicinales. La historia habla del hallazgo del Templo de Heliópolis o “ Ciudad del Sol” destinada al culto del disco solar o dios Ra en lo que fuera el antiguo Cairo. Las evidencias arqueológicas han demostrado cómo se usaba la luz solar de forma terapéutica para la sanación. Se cuenta que su arquitectura estaba dispuesta de modo que los rayos del sol se irradiaban de forma que pudiensen descomponerse en diferentes colores. De esta manera se recibían los rayos del sol según el tratamiento necesario para las diversas enfermedades. Se dice que fue entre sus muros dónde científicos y pensadores dieron origen a la medicina con Imhotep (2700-2650 a. C.), el gran médico egipcio.
De igual manera en el mundo árabe se apreciaba el meticuloso estudio de las gamas cromáticas, tanto con fines terapéuticos como a nivel estético, en la medicina, la arquitectura y en todo tipo de trabajos artesanales. Se conocen prácticas sanadoras y medicinales relacionadas con la valoración de los colores. Reconocidos médicos como Avicena (980-1037), dieron especial relevancia al estudio del color tanto en el diagnóstico como en los tratamientos de las enfermedades. También se hacía referencia a la importancia de las coloraciones en el cuerpo según los padecimientos y los estadíos de gravedad.
Igualmente notoria es la policromía empleada en la decoración de los templos de la antigua Grecia. Esta representaba un simbolismo claro de las cualidades y el potencial de los dioses. Asignar un tono u otro a los vestuarios, objetos rituales o representación de actividades mundanas se relacionaba con la información que cada color transmitía en el marco de los valores sociales, espirituales y culturales.
En la época moderna han sido muy diversos los libros y trabajos publicados sobre el uso medicinal de los colores. Autores como Augustus Pleasonton (1801–1894), el doctor Seth Pancoast y Edwin Dwight Baditt entre otros, expusieron sus teorías y llevaron a cabo trabajos de investigación para probar los beneficios de los principios de la luz y el color. De especial trascendencia ha sido la bibliografía y los estudios del científico estadounidense de origen indio Dinshah P. Ghadiali (1873–1966), quien mediante el término “Spectro-Chrome” creó las bases de lo que actualmente se conoce como cromoterapia.
En los tiempos actuales queda más que probado el carácter sugestivo de los colores dada la efectiva aplicación de la psicología del color en el ámbito de la publicidad. Sus precursores del siglo XIX dieron paso al estudio de todo un mecanismo de estímulos que floreció en la década de los 70 y continúa hasta la actualidad. El marketing de los sentidos triunfa en el mundo de las redes sociales. Simplemente basta con acceder unos minutos a Instragram, Pinterest, Tik Tok o Youtube para convencerse de lo sutil y efectivo que es el uso apropiado de cada matiz cromático siguiendo una finalidad concreta.
Los colores del espectro solar y sus derivados: aplicaciones y usos terapeúticos.
Entonces, ¿exactamente en qué consiste la cromoterapia?
Este método terapéutico consiste en visualizar u observar de forma directa o indirecta gamas cromáticas específicas que actúan o pueden ejercer una influencia sanadora ante ciertos trastornos tratados con los colores adecuados.
Existen varios mecanismos de aplicación utilizados por expertos para garantizar su mayor efectividad. Los colores se aprovechan mediante baños de color ambiental, cubrir el cuerpo con telas coloridas o el uso de la ropa diaria con los colores apropiados. También resulta muy interesante la aplicación de la cromoterapia a la estética y a los elementos decorativos en el ámbito del interiorismo y la arquitectura. Para aplicar estos procedimientos, previamente se ha llevado a cabo un test que determinará el color o colores adecuados. De forma muy resumida te presentamos la descripción de los efectos beneficiosos de algunos colores:
Azúl: es frío y aporta serenidad. Es relajante, por lo que se emplea para calmar el estrés y el insomnio. También se usa para mitigar el calor corporal y actuar sobre la piel.
Verde: transmite alegría, confianza y esperanza. Es refrescante y relajante. Se usa para estabilizar las emociones y el sistema musculoesquelético.
Índigo: aporta seguridad, coraje y autoridad. Se asocia con la circulación y las heridas.
Violeta: Se le llama el color de la intuición y la espiritualidad. Se emplea para trabajar los miedos y el nerviosismo, así como algunas emociones como la ira y las actitudes compulsivas.
Amarillo: ayuda a mejorar la concentración y estimular la actividad cerebral. Se usa para la digestión y la tristeza.
Naranja: está relacionado con la fuerza física y con el intelecto. Ayuda con la comunicación en las personas introvertidas.
Rojo: se vincula al calor corporal, la estimulación del organismo y la recuperación de la energía. Se relaciona con el corazón.
Blanco: no se considera color. Se relaciona con la serenidad y la pureza. Estimula la paz y la armonía.
Negro: no se considera color. Tiene varias lecturas. Transmite dolor, duelo, emociones agudas; pero también elegancia y autoconfianza.
Al reflexionar sobre la utilidad de los colores, las memorias de tantas experiencias devuelven una gama de impresiones muy diversas. Recuerda los momentos en que te deleitabas jugando con un caleidoscopio. La dicha de pasar las horas disfrutando del entretenimiento que producía generar colores y bellas formas recreando la mente. Del mismo modo, regocija el espíritu aprovechar esta sabiduría ancestral que hace uso de los colores.
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