La Naturopatía. El dolor y las enfermedades crónicas – Parte I

La Naturopatía. El dolor y las enfermedades crónicas – Parte I
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En los tiempos que corren, las personas se encuentran cada vez más abiertas y receptivas a implementar métodos de sanación diferentes del marco de la medicina convencional. Las terapias naturales que ofrece la Naturopatía para aliviar padecimientos crónicos y dolores prolongados son un recurso accesible en la actualidad. Su aplicación está orientada a mejorar el funcionamiento del organismo desde el orden físico, psicológico y, en cierta medida, social.

La Naturopatía propone un acercamiento a las enfermedades y al dolor desde una perspectiva holística, un sistema orgánico que incluye filosofía de vida, terapias con medios naturales e integración del trabajo mental y del cuidado físico y espiritual. Aunque estos métodos puedan ser denominados como no convencionales, han sido el resultado de la experiencia de prácticas curativas que han venido desarrollándose desde finales del siglo XIX, pero que se fundamentan en el conocimiento ancestral de muchas culturas como la hindú, la griega y la árabe.

Se ha de tener en cuenta que, pese al desarrollo tecnológico y farmacológico actual, con frecuencia los clientes con enfermedades crónicas, agudas o degenerativas padecen dolores constantes, a veces insoportables, durante largos períodos de su vida. Estos procesos prolongados deterioran el estado físico y mental de quienes lo sufren directamente y de sus familiares. Como bien es sabido, la medicina convencional trabaja sobre el consuelo del síntoma visible en el momento presente. Sin embargo, el consumo excesivo de fármacos, generan daños colaterales y contraproducentes.

Esta es la razón por la cual se ha ido popularizando la aplicación de las llamadas terapias alternativas en el tratamiento de enfermedades recurrentes o crónicas. Sus procedimientos no invasivos, operan de forma más lenta, pero generan beneficios más seguros a largo plazo. Tal es el caso de los tratamientos para mejorar a las personas que padecen cefalea, artritis, reuma, diabetes, asma, otitis, cáncer, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, entre muchas otras.

En general los métodos de la Naturopatía se aplican sobre la base de una búsqueda o investigación biológica. Estos pueden emplearse mediante prácticas manipulativas en el propio cuerpo, teniendo en cuenta la investigación de las causas psicológicas y sociales de los padecimientos. Por último, se trabaja en el ámbito de la energía vital, tratando de equilibrar ciertos parámetros en el organismo a través del tacto terapéutico, tuina, etc.

Para comprender mejor cómo funcionan estas terapias, primero se han de refrescar el concepto, la filosofía y sus principios:

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¿Qué es la Naturopatía?

La palabra naturopatía viene de la raíz latina – natura- que significa: origen o nacimiento, y la raíz griega – pathos- que significa: sufrimiento. Es decir, Naturaleza del sufrimiento. Otra etimología proviene de su origen inglés nature´s: Naturaleza y path: camino, o sea, el camino de la Naturaleza. Dicho término nos evoca sus principios y filosofía. La naturopatía es un sistema curativo-higiénico que trabaja la atención inicial de la persona doliente de una manera profunda y natural. Su método integra tradiciones médicas antiguas, al mismo tiempo que actualiza su aplicación con los avances tecnológicos no invasivos compatibles con sus principios.

Los principios de la Naturopatía hacen hincapié en el poder curativo innato del organismo humano y abogan por su estimulación mediante varios métodos. Para ello, se requiere de un conocimiento del funcionamiento del organismo, las estructuras bases que lo componen, el aspecto energético y el aspecto emocional. Se percibe el funcionamiento del cuerpo como un mecanismo complejo que integra todos los aspectos de la vida (el espíritu, la energía, la psique y el cuerpo). De este modo sus terapias y tratamientos abarcan una amplia gama de métodos que pueden penetrar y equilibrar lo físico, social y emocional del paciente.

Entre las muchas áreas que trabaja la Naturopatía podrían citarse la nutrición, la alimentación, la higiene, las pautas de vida, las rutinas del sueño, el comportamiento postural, etc. Su aplicación práctica se ejecuta mediante la fitoterapia, la reflexología, la aromaterapia, la hidroterapia, los masajes, la iridología, las técnicas de ayuno y la homeopatía, entre tantas otras.

En esencia se busca mejorar las condiciones del organismo para propiciar su mejor funcionamiento. Se entiende a la enfermedad como un proceso natural del propio organismo para reajustar lo que se ha desequilibrado. En ningún caso se trata de eliminar, borrar o destruir algo “maligno”.

En esa integración de todos los recursos para la potencialización y regeneración del organismo, la alimentación es un factor primordial: ¡Qué el alimento sea medicina y la medicina sea alimento!

También la Naturopatía considera que el cuerpo humano cuenta con una fuerza vital que siempre trabaja para la recuperación de la salud. Esa fuerza ha de fluir naturalmente, ha de reconocerse y estimularse para restablecer la armonía corporal. Otros mecanismos de igual relevancia son activados como la eliminación de toxinas y el balance inmunitario.

¿Qué son las enfermedades según la Naturopatía?

El ser humano, a lo largo de su existencia, ha afrontado las enfermedades desde varias perspectivas y con diversas estrategias. En algunas culturas las enfermedades eran asumidas como procesos de purificación individuales y colectivos, como daños producidos por entidades invisibles o como el resultado de malas prácticas físicas y mentales, ya fuera en la vida actual o durante vidas anteriores (hinduismo). Es un fenómeno de la modernidad que la enfermedad sea tratada como un objeto a eliminar de forma inmediata, sin considerar las causas ni el sentido.

Mientras la medicina convencional intenta aliviar los síntomas temporales con métodos supresivos o invasivos, la Naturopatía propone un procedimiento de mayor alcance. La Naturopatía aporta a la cultura médica el prestar más atención a las causas de las enfermedades que afectan a largo plazo. Por ello, es un potente recurso para prevenir y mejorar a las personas con enfermedades crónicas.

Pero sus terapias también se aplican con frecuencia en el abordaje de los estados agudos (gripes, resfriados, infecciones leves, irritaciones), en la recuperación de traumatismos y lesiones, y en enfermedades de origen nervioso o mental (depresiones, estrés, ansiedad); aquí el/la médico/a naturópata juega un papel decisivo.

La práctica de la Naturopatía incluye poseer una formación integral que abarque áreas como la nutrición, la alimentación, el estilo de vida, el trabajo con las emociones y las tendencias mentales entre otras. De este modo, se estudian y valoran las maneras más adecuadas de garantizar la calidad de vida a largo plazo. El/la naturópata también requiere conocimientos de anatomía, fisiología, patología y bioquímica.
En la búsqueda de la cura inmediata de las enfermedades, la medicina convencional junto con los laboratorios, han propiciado el consumo de fármacos que alivian dolores y males de manera instantánea. La filosofía de vida del momento para la mayoría de la gente responde a la necesidad básica de arreglar lo que se ha descompuesto lo antes posible, para poder continuar con la vida, el trabajo o la dinámica que se haya interrumpido. Esta manera de tratar el cuerpo, ante la enfermedad, va de la mano con los estilos atolondrados de vida modernos que terminan pasando factura al cabo de los años.

En consecuencia, de forma paralela, se ha visto un deterioro considerable en la calidad de vida de forma prematura, aún contando en muchos casos con todos los recursos médicos necesarios. Actualmente es muy común encontrar personas jóvenes con problemas cardiovasculares, degenerativos, digestivos e intestinales, hipertensión, cáncer, trastornos nervioso-depresivos, artrosis, entre otras enfermedades. Estas sintomatologías constituyen la principal causa de muerte en la población mundial, lo cual representa un desafío para el actual sistema sanitario. Así mismo, ha disminuido el interés por la prevención sin fármacos de las enfermedades crónicas en la atención primaria. La educación social asociada a la alimentación, al cuidado del cuerpo y al equilibrio psico-emocional, que permiten una mente sana y un cuerpo saludable, no han sido prioritarios.

Si se quiere profundizar en el tema de cómo tratar las enfermedades, lo primero sería hacer una valoración de cuáles son los factores que determinan o posibilitan un buen estado de salud:
Por un lado, se han de tener en cuenta las condiciones durante el embarazo y el nacimiento, así como la exposición de la madre durante el embarazo a situaciones de riesgo que impliquen inestabilidad emocional, consumo de drogas y contacto con tóxicos medioambientales, presencia de microorganismos hostiles y una mala alimentación, etc. Por otro lado, el estilo de vida de la persona adulta, sus relaciones sociales y con el ambiente en general. De igual relevancia son las condiciones higiénicas de vida en cuanto al aire puro y el agua limpia que se consuma. Un factor importante es la nutrición y el origen del nutriente, las horas de descanso y de sueño, así como la actividad física que se realice. Sin lugar a duda también la cultura, la educación y su entorno afectivo. Por último, la exposición a tensiones, traumas o situaciones de estrés; todo ello repercute en la capacidad que tenga el organismo para auto-regenerarse, fortalecerse o enfermarse.
¿Qué considera la Naturopatía como una enfermedad crónica?

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A diferencia de la medicina convencional que considera a las enfermedades crónicas como síntomas no resueltos que se prolongan en el tiempo, la Naturopatía plantea que no existen enfermedades, sino enfermos; todo gira en torno a las condiciones singulares de cada persona, sus fortalezas y debilidades, y su equilibrio en el aprovechamiento de la energía vital. Las enfermedades agudas, crónicas y/o degenerativas son producidas como una reacción del organismo en su lucha por la vida. Los desequilibrios se deben a la ignorancia de la dimensión espiritual, a malos hábitos de alimentación y estilos de vida tóxicos, entre otros factores determinantes.

Por tanto, las enfermedades no necesariamente son situaciones negativas e indeseables, sino que pueden ser señales de alerta, y pueden ser asumidas como procesos naturales de transformación y adecuación del organismo a una nueva situación, no necesariamente mejor.

Personas con asma o diabetes II, entre otras enfermedades crónicas, mejoran con técnicas naturopáticas. Continuará…

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Gustau Pau

Gustau Pau - Terapeuta Naturista
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