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Con la llegada del invierno los dolores y achaques se hacen más intensos. Además del frío y la humedad, la rutina de vida se vuelve más sedentaria; por lo que el cuerpo manifiesta las tensiones de forma más aguda. Intuitivamente o por experiencias anteriores ya sabes de dónde vienen esas molestias en la espalda que tanto te machacan durante todo el año. A continuación abordaremos las posibles causas y algunas ideas de cómo prevenir esas las molestias.
¿Has notado qué haces en tu rutina diaria para provocar los dolores?
Haciendo retrospectiva de las actividades diarias, verás que en muchos casos el dolor proviene de acciones o hábitos excesivos o inapropiados. Si te pasas horas pegad@ al móvil te dolerá en la cervical o sentirás tensión en el cuello y en la zona superior de la espalda.
Si te duele o sientes presión a la altura del pecho, quizás estés tristes o preocupado y si te molesta en la parte baja de la espalda, seguro será porque has estado cargando sobrepeso o has estado sentado frente al ordenador muchas horas a la semana. Sí en efecto, generalmente los principales síntomas de dolor de espalda se manifiestan en la zona cervical, la dorsal o en la lumbar.
Sin embargo, las causas que producen las molestias en la espalda son muy variadas; pueden ser físicas o emocionales. Algunas personas han arrastrado malos hábitos posturales durante años, sin haber tenido la atención de un osteópata o profesional capaz de corregirlos. Se habla continuamente del daño a la salud que ha provocado el excesivo uso de dispositivos inteligentes.
El permanecer muchas horas en una misma posición, el tener la espalda encorbada o el cuello flexionado hacia abajo puede generar sobrecarga en el cuello y los hombros, hacerte sentir falta de aire o dificultad para respirar, pérdida de la musculatura, y definitivamente te afectará la movilidad del tronco y la columna vertebral.
Si eres de las personas que tienen que dedicar largas jornadas a un trabajo digital o te gusta consumir las distracciones propias de la era smart-gadgets (móviles, tablets, ebooks,etc), cuida de mantener modelos posturales más sanos. También los dolores en la espalda pueden surgir como secuelas de lesiones o accidentes. En tal caso será mejor recurrir a un profesional de la salud para aliviar o curar los padecimientos.
En cualquiera de las situaciones anteriores, para aliviar el dolor o aprender a reconocer y tratar sus causas, te recomendamos nuestros cursos de:
Dolor cervical y dorsal
Suelo pélvico
Masaje con ventosas y Reflexología corporal
En ellos aprenderás a reconocer tu propio cuerpo, así como algunas técnica útiles para el tratamiento y la prevención.
Las emociones
También el aspecto emocional interviene en la aparición de los dolores de espalda. En muchos casos, las molestias se manifiestan como consecuencia de padecimientos emocionales que se repiten reitadamente a lo largo de la vida, condenando y sometiendo al cuerpo con el paso de los años. Después de ubicar dónde te duele exactamente, reflexiona sobre los posibles factores emocionales que te estén afectando.
La zona cervical se conecta con el corazón y con las necesidades base. Los aspectos emocionales relacionados pueden ser problemas en la comunicación o dificultades para expresar las emociones, la forma de afrontar la vida, la negatividad ante personas y situaciones, el miedo a vivir plenamente, los valores morales.
Por otra parte la zona dorsal, en el centro de la espalda, se conecta con la culpabilidad emocional o afectiva, el no saber conectar con el cuerpo o exponerse a situaciones límites y la tendencia a juzgar a otros.
La zona lumbar que tanto afecta a la mayoría de las personas tiene que ver con las necesidades e inseguridades materiales (trabajo o dinero), el esfuerzo desmedido para lograr el amor y la aceptación de otros, los celos, disgustos y frustraciones, los problemas familiares o la soledad y la impotencia por no poder cambiar lo que te disgusta.
Existen muchas maneras de trabajar a nivel emocional para mejorar las condiciones físicas. Hacer algún tipo de práctica meditativa, hacer yoga, o buscar ayuda psicológica profesional pueden ser una de ellas. Nuestros cursos de Aromaterapia pueden ayudar a encontrar un balance interior.
Soluciones
Los remedios para tus males casi siempre están en tus manos. Descansa, haz ejercicios, disfruta de un tiempo de ocio de calidad y aliméntate bien. Cónocete ti mismo y acepta lo que te afecta emocionalmente de tu entorno. Bien lo expresa el principio japonés KAIZEN, la filosofía de aplicar pequeños cambios continuamente para generar grandes procesos de transformación.
Se trata de tener una voluntad firme para cambiar los hábitos que no nos permiten madurar. Mantente feliz y con buena salud, así la dicha será durarera.
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Gustau Pau
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