Azafrán: el oro vegetal que compramos en el súper. ¿Sabes cómo usarlo?

Azafrán: el oro vegetal que compramos en el súper. ¿Sabes cómo usarlo?
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¿Qué es el azafrán?

El azafrán es la colección de los estigmas de la flor de Crocus sativus, una de las especias más cara del mundo. Su exclusividad se debe al meticuloso proceso de cultivo, recolección y producción que conlleva. Es una flor hermosa y delicada, que ha de trabajarse manualmente. Para reunir 1kg de azafrán, en la forma en que lo solemos encontrar a la venta, se necesitan colectar 250.000 flores.

Su origen se remota a Grecia. Desde la antigüedad esta planta fue venerada por sus propiedades medicinales. Su nombre azafrán, proviene del árabe Zahafarn, y del persa Safra; cuyo significado es amarillo.

Se dice que se cultivó originariamente en la región de Cilicia, al sur de la actual Turquía. Todas las civilizaciones lo han cultivado y comercializado debido a su valor medicinal, estético, aromático y afrodisiaco. Desde entonces se usa en la manufactura de tinturas, condimentos, perfumes y no tanto como remedio.

 

Su introducción en España se produjo a través de los árabes entre los siglos VIII y X. Por lo que se ha de destacar su importante lugar en las tradiciones culinarias hispanoárabes.

En la actualidad, aunque el 90% de la producción mundial de azafrán es iraní, España cuenta con Castilla la Mancha (Azafrán de la Mancha D.O) como su principal productor y distribuidor. Allí el proceso de siembra, recogida, seca y tueste es parte de las tradiciones familiares.

 

¿Cuáles son sus propiedades y beneficios?

El azafrán es muy antioxidante. Cuenta con el crocín, la crocetina, el safranal y el kaempferol. Éstos le aportan su color, sabor y aroma, además de sus propiedades estéticas. Del mismo modo, estimula la memoria y mejora las habilidades cognitivas.

También es rico en vitaminas del grupo B (B2, B6 y B), A y C. Entre los minerales que contiene se encuentran el Magnesio y el Hierro, así como el Fósforo, el Potasio, el Zinc y el Calcio. Cuenta con betacarotenos y flavonoides. Hay evidencias de laboratorio que mencionan que el azafrán retarda el crecimiento tumoral (pigmento crocetina).

¿Para qué nos sirve el azafrán?

Los usos medicinales del azafrán son diversos. Se emplea como remedio para el asma, la tos, el dolor de garganta y para expulsar la flema (como expectorante). Sus pétalos son antiinflamatorios.

También se recomienda para el insomnio, la ansiedad, la depresión y enfermedades como el Alzheimer. Se le ha nombrado “La especie del sol” por sus propiedades antidepresivas, ayudando a muchos en la mejora del estado anímico.

Posee propiedades que mejoran la memoria y los trastornos e incomodidades digestivas (vómitos, gases intestinales, acidez estomacal).  También se utiliza en los trastornos premenstruales.

Otra cualidad es la de proteger los órganos (hígado, riñón) y tejidos corporales de compuestos tóxicos, y favorecer la producción de sudor.

Se ha de mencionar que es el ingrediente estrella en el mundo culinario.  Se suele utilizar como especia, colorante y como agente saborizante en diversos platos españoles. Su sabor amargo es bastante distintivo. Se ha de tener en cuenta que estimula el aparato digestivo.

El azafrán también ha sido un componente precioso en la elaboración de productos de cosmética y estética.  Contiene glicanos, un polisacárido importante para mantener las células nutridas.

Los tratamientos de belleza con azafrán aportan a la piel y al cabello hidratación, avivan el tono y dan brillo; así como efecto antiedad, antimanchas y antiarrugas.  La sensación después de su aplicación es de una piel suave, limpia e hidratada.  Se usa como exfoliante y en tratamientos para el acné.

En la antigüedad ha sido empleado en la producción de perfumes y productos afrodisíacos o como colorante para tejidos.


Consejos y recetas para su uso:

El azafrán como remedio natural, adecuadamente dosificado, lo vamos a encontrar en dietéticas, herboristerías y farmacias.

Por encima de las dosis alimentarias, el azafrán puede producir vómitos y hemorragias uterinas (¡CUIDADO DURANTE EL EMBARAZO!)

En forma de remedio homeopático: Crocus actúa por semejanza ante un amplio número de síntomas oculares, uterinos y en estados de ánimo cambiantes. Un experto debe indicar tanto su idoneidad como la dilución correspondiente en cada caso.

Si se trata de un tratamiento de estética en uso externo, al aceite vehicular escogido, se le puede añadir algún estigma o hebra de azafrán. Su aplicación en la piel favorece la hidratación y da sensación de suavidad. También puede mezclarse con yogurt o miel y aplicarse de la misma manera.

En la cocina es posible emplearlo tanto en platos dulces como salados. La mejor manera de aprovecharlo es tostarlo un poco y triturarlo. Luego, puede añadirse como condimento en salsas, caldos o postres. En el caso de la paella, se añade el azafrán al caldo caliente y éste se mezcla de forma homogénea con el resto de los ingredientes en el paellero.

¿Qué tipo de azafrán compramos?

Sin duda alguna, nuestra alimentación será más sana y sabrosa si usamos azafrán en lugar de colorantes alimentarios. Para ello conviene saber qué tipos de azafrán hay en el mercado y evitar las adulteraciones.

El azafrán puede encontrarse en polvo o en hebras, siendo éstas últimas las de mejor calidad en cuanto a sabor y durabilidad. También pueden venderse puros o mezclados con otras especias. Los formatos pueden ser en cristal o en cajas de metacrilato. Los expertos recomiendan valorar el color y el tamaño de las hebras. Los mejores tienen las 3 hebras grandes recogidas por cada flor.  Tengamos en cuenta que una sola de estas hebras podrá dar color a un vaso de agua caliente.

 

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Gustau Pau

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Gustau Pau - Terapeuta Naturista
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