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Como bien dice la frase ¨Uno es lo que come¨. Así se resume lo que los estudiosos y practicantes de la naturopatía alimentaria afirman como la esencia de esta rama de la Naturopatía.
La naturopatía alimentaria es la filosofía que expresa la relación directa entre los alimentos que ingerimos y nuestro estado de salud físico y mental. Nuestro bienestar general depende de la dieta y de los hábitos alimenticios que hemos mantenido a lo largo de la vida. Según los principios de esta rama de la naturopatía, mantener una forma apropiada de alimentación estimula todo el potencial natural curativo y regenerador del propio organismo para afrontar la vejez y las enfermedades.
Por tanto, el campo de estudio de la naturopatía alimentaria es la prevención de enfermedades mediante una alimentación adecuada. Si investigas sobre las llamadas ¨terapias alternativas alimentarias¨ , verás que en su mayoría recomiendan el consumo de productos biológicos o ecológicos, la comida local de temporada y algunas variantes de alimentación vegetarianas. El concepto de terapia nutricional incluye también el consumo de complementos nutricionales de origen natural. En general, se refiere a una dieta diseñada con productos sin aditivos y sin ningún tipo de procesamiento. Es un método natural de balancear y proporcionar al organismo aquello que necesita estimular o deprimir . Su estudio abarca no solo la calidad de los alimentos en su carácter natural sino también la forma en que se preparan y se manufacturan.
¿Qué significa tener una alimentación adecuada?
Quizás muchos habéis quedado fascinados con la idea de seguir una dieta mágica que corrija las imperfecciones físicas o que de forma inmediata restablezca la salud. Este tipo de creencias surgen de la publicidad que se hace a ciertos productos, la moda, la sobrevaloración de patrones estéticos y otras fuentes de información nada favorables para el cuidado de la salud en general.
Es muy probable que el resultado obtenido tras un tiempo de sacrificios, sea exactamente lo opuesto a lo que se había deseado. En muchos casos hasta con consecuencias adversas en lugar de conseguir mejoras inmediatas. Elegir una dieta adecuada para nuestro cuerpo y nuestras tendencias mentales es un proceso de autoconocimiento que en muchos casos, requiere de ayuda profesional.
Puede que hayas escuchado sobre algunos tipos de dietas alternativas vinculadas a la naturopatía. Seguro que muchos de estos nombres te resultan familiares, pero no tienes idea de a qué se refieren exactamente. Entre las dietas más conocidas se encuentran: la nutrición ortomolecular, la alimentación crudívora, la alimentación ovolacto y lactovegetariana, la trofoterapia y la alimentación vegana.
Si quieres informarte o recibir un curso en alguna de estas temáticas te recomendamos visitar el apartado de cursos de nuestra web así como los diversos eventos que realizamos en Heilpraktiker Institut.
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¿Cómo cambiar la manera de alimentarse?
El inicio del año es un buen momento para replantearse algunos hábitos o cambiarlos definitivamente. Tienes ese impulso de quien comienza a recorrer un camino desconocido esperanzado por las novedades que podrían presentarse. A veces la intención de iniciar algo no es suficiente, puede que algunos obstáculos te alejen de tus objetivo o pongan en duda tu determinación inicial. El simple acto de observar tus pensamientos te hará más consciente de tu comportamiento. Esto te ayudará a comprender por qué resulta tan difícil cambiar un hábito arraigado en algo tan íntimo como la propia alimentación.
¡Atrévete a dar el salto! ¿Qué es lo que te frena? ¿A qué le tienes miedo?
El tipo de alimentación que consumes generalmente está determinada por muchos factores de índole personal. Algunos pueden tener un origen muy íntimo y otros son el reflejo del entorno.
A veces, existe cierta pereza que hace que nos limitemos a diferentes experiencias, sabores diversos, texturas desconocidas y costumbres ajenas. Lo que en verdad nos limita a la hora de asumir una transformación en cuanto a nuestra conducta alimentaria es el temor por sentirse incómodos o pasar hambre. También puede que estemos influenciados por algunas lealtades familiares y culturales. Las falsas creencias que hemos mantenido provenientes de la educación escolar, familiar o sociocultural repercuten en nuestra voluntad y capacidad de decidir cómo alimentarnos cada día. Tener claro nuestros propósitos, los objetivos y cómo queremos vivir la vida, nos ayudará a despejar nuestras dudas.
El modelo y ritmo de vida, las personas con quien nos relacionamos, el entorno en que nos movemos… son otros factores que pueden frenar nuestra determinación. Pero, además, no debemos olvidarnos de la economía personal y la posibilidad de asumir gastos priorizando una alimentación adecuada.
Para disfrutar de una buena salud, debe practicarse una buena conducta alimentaria.
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Gustau Pau
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